
En punto de las 5:00 de la mañana comenzó la consagración de una mas de las fiestas de la Iglesia del Señor, y es que hay mucho motivos por los cuales es necesario darle gracias a Dios, y claro esta que no menos puede ser un aniversario de la Hermana D. Eva García de Joaquín.
Con este motivo preside la consagración el P. E. Juan Mancilla, quien solicitó a la Iglesia el canto “Eres como los cedros del Líbano”, que el pueblo de Dios entonó con todo fervor, posteriormente dio lectura al Salmo 112, que habla de la bienaventuranza de andar en el temor de Dios y seguir sus mandamientos, preparando así el corazón de la congregación para orar por el Apóstol de Jesucristo, después de la oración, enseguida invitó a entonar la alabanza “Como la aurora”, que expresa y describe la grandeza de la Elección apostólica.
No bien comenzaba la explicación, cuando se escuchó que se aproximaba el Apóstol de Jesucristo quien, con paso firme se dirigió al ministerio principal, mientras la Iglesia entonó la alabanza a Dios “Hossana”, enseguida tomó el lugar que Dios le dio, y comenzó a emanar de su Ser la palabra que da vida y fortalece.
Hoy, hay una blancura espiritual y se respira una fragancia de Cristo, por la fiesta magna próxima pasada, la Santa Cena, enseguida menciona, haciendo alusión al canto que entonara la Iglesia, -hossana al Rey de gloria-, El no hizo la creación, la creación esta dentro de El, El es el principio de todo y en todos.

Hossana significa ven a salvarnos o salva ahora, fue una expresion utilizada y pronunciada en alta voz por las congregaciones en el templo durante las Fiestas de la Pascua y los Tabernáculos, como respuesta al cántico del “Gran alel” (gran aleluya), durante la entrada triunfal a Jerusalén de nuestro Señor Jesucristo aquella expresión fue una reacción muy entusiasta del pueblo, que veían en Jesús la magnificencia salvadora y la oportunidad de glorificar a Dios.
El Apóstol de Dios hizo patente su alegría, por el cariño y amor que la Iglesia de nuestro Dios tiene por El y su casa, y la comprensión al saber hacer separación de estas cosas, que desde el tiempo del hermano Aarón, en particular sobre la Hermana D. Elisa Flores, a quien el Ungido de Dios honró hasta su separación terrena.

Además acotó sobre la inmensa bendición de saber que servimos a un Gran Dios, no uno echo de barro, que al caer se quiebra en mil pedazos, o como aquel que esta en Roma, Italia, que la muchedumbre toca y tiene un gran desgaste, dejando de manifiesto que ni siquiera eso puede evitar, o como aquella imagen que en nuestro país es tan venerada, que tiene que ser cubierta de un cristal blindado y una cerca para que nadie se acerque, no pude cuidarse así misma.

Por eso debemos sentirnos orgullosos y alabar a nuestra torpeza e ignorancia, según los hombres, porque hay algo mas hermoso en nosotros, la inteligencia de Dios.

Por eso debemos sentirnos orgullosos y alabar a nuestra torpeza e ignorancia, según los hombres, porque hay algo mas hermoso en nosotros, la inteligencia de Dios.Concluye recordando que su casa a sido un apoyo muy fuerte en su administración, sus hijos y su esposa, y al dirigirse a ella le dice tus hijos y toda la Iglesia te honran.
15-SEP-10 Guadalajara, jalisco, mexico